domingo, 8 de julio de 2012

Quiebra de Pluna fue la mejor opción para evitar juicio millonario


La quiebra cortó de raíz reclamos potenciales por decenas de millones de dólares.

El Estado era el principal interesado en que Pluna SA fuera a la quiebra y lo hiciera en forma repentina como aconteció el pasado jueves por la noche. Suena extraño. Pero esta era la única vía que tenía para evitar un juicio millonario que podría alcanzar, de acuerdo a los antecedentes, los US$ 3.500 millones de parte de 7.000 extrabajadores de Varig en Brasil, la compañía que fue socia de Pluna ente 1995 y 2005.

Cuando apenas el Estado llevaba dos semanas a cargo de la gestión de Pluna, luego de la salida del grupo inversor LeadGate, y se aprestaba a buscar un socio privado que resolviera los problemas de liquidez de la aerolínea, una noticia sacudió al Ejecutivo que no tuvo otra alternativa que declarar la quiebra de la empresa, para evitar daños mayores, según explicaron fuentes oficiales a El Observador.
El Estado era el principal interesado en que Pluna SA fuera a la quiebra y lo hiciera en forma repentina como aconteció el pasado jueves por la noche. Suena extraño. Pero esta era la única vía que tenía para evitar un juicio millonario que podría alcanzar, de acuerdo a los antecedentes, los US$ 3.500 millones de parte de 7.000 extrabajadores de Varig en Brasil, la compañía que fue socia de Pluna ente 1995 y 2005.


Cuando apenas el Estado llevaba dos semanas a cargo de la gestión de Pluna, luego de la salida del grupo inversor LeadGate, y se aprestaba a buscar un socio privado que resolviera los problemas de liquidez de la aerolínea, una noticia sacudió al Ejecutivo que no tuvo otra alternativa que declarar la quiebra de la empresa, para evitar daños mayores, según explicaron fuentes oficiales a El Observador.

El viernes 29 una sentencia en primera instancia de la Justicia de Brasil dejaba azorados a los ministerios de Economía y Transporte. Un fallo daba la razón a dos trabajadores de Varig por un monto de US$ 500 mil cada uno contra Pluna SA, luego de un cambio en la interpretación de la quiebra empresarial de la aerolínea brasileña. De acuerdo a la nueva sentencia, se entendía que Pluna integraba el grupo económico de Varig y por lo tanto era responsable por las obligaciones laborales de la compañía brasileña, incluso cuando los reclamantes nunca habían trabajado para Pluna. Hasta ahí, quizá el tema no era tan grave, pero esta sentencia automáticamente abría el camino a 7.000 potenciales demandas del resto de los trabajadores con un costo potencial de US$ 3.500 millones.

“Había un riesgo jurídico, y el Estado tenía que tomar los recaudos para tomar una decisión”, dijo la fuente. Agregó que este juicio dejó de ser una “amenaza potencial” como lo venía manejando el gobierno hace una semanas atrás a una “realidad” que no se podía evitar. El Ejecutivo “no esperaba” un fallo del Supremo Tribunal Federal de Brasil. Con esa decisión de la Justicia norteña, se corría el riesgo de que alguna aeronave de Pluna SA que estaba volando a Brasil pudiera ser confiscada por parte de las autoridades brasileñas como garantía.

Por ese motivo, de alguna manera el paro que aplicó el sindicato a partir del martes y que se extendía hasta ayer a mediodía jugó a favor de los intereses del Estado. Por esa situación, las 13 aeronaves estaban en el aeropuerto de Carrasco cuando el Ejecutivo decidió declarar el concurso y el cierre de la aerolínea, lo que evitó que fueran confiscadas en terceros países a pedido de acreedores locales.

Por otro lado, otro factor que también favoreció al Estado fue que LeadGate había dejado la gestión de Pluna SA. Esto porque cuando el grupo arribó a Pluna en 2007, se acordó que todos los juicios y reclamos por situaciones anteriores a su llegada serían responsabilidad del gobierno uruguayo. Por tanto, la demanda de Varig con la aerolínea funcionado hubiera colocado al Estado en un “brete” jurídico porque se vería obligado a declarar la quiebra de Pluna SA para evitar el pago del juicio, pero también negociar con el accionista mayoritario para su desvinculación.

El Estado uruguayo ya había solucionado en el pasado la desvinculación de 240 trabajadores que compartía con la brasileña Varig. La demanda potencial de estos 7.000 trabajadores estaba por fuera, porque se entendía que pertenecían exclusivamente a Varig. Pero la sentencia cambió esa situación y habilitó el reclamo ante Pluna. Con la quiebra se cerró esa posibilidad

La salida
El Poder Ejecutivo está terminando de ajustar un proyecto de ley –que analizará el Consejo de Ministros el lunes– que intentará reestablecer la conectividad que dejó vacante Pluna SA en el menor tiempo posible.

La opción más firme que será considerada es la realización de una subasta abierta que incluirá los siete aviones Bombardier con garantía estatal, además de las frecuencias del puente aéreo (Buenos Aires-Montevideo) asignadas a Uruguay que utilizaba Pluna en exclusividad. También se buscará incluir en el paquete la contratación de al menos parte de la plantilla de trabajadores de la aerolínea en Uruguay, que hoy están en el seguro de paro. Los otros seis aviones que se compraron por leasing se intentarán devolver sin que eso tenga un costo.

Según supo El Observador, el proyecto de ley que enviará el Ejecutivo al Parlamento el lunes tendrá entre sus cometidos “acelerar” el proceso de liquidación de una empresa que hoy ronda los 90 días según la ley de concursos.

Con la subasta de los siete aviones, el Estado espera saldar el pasivo de US$ 140 millones que tiene Pluna SA con garantía estatal ante el Scotiabank. Además, obtendría recursos para saldar los créditos laborales con los trabajadores que perdieron su fuente de trabajo.
Por otro lado, también está definido que el proyecto de ley eliminará a Pluna Ente Autónomo. Para esto se requiere mayoría de dos tercios de los votos en el Parlamento. Aún no está del todo claro si en la subasta que realizará el Estado, optará por tener participación en la nueva aerolínea, o decidirá que se cree con 100% de capital privado.


El socio que no fue
El Poder Ejecutivo tenía una expectativa importante en que la canadiense Jazz hiciera uso de la opción para quedarse con el 75% de Pluna. Es una empresa con respaldo financiero y conocimiento del negocio aéreo. Finalmente, quedó descartada.

El plan B en stand by
Ante una posible respuesta negativa de Jazz, el gobierno tenía avanzada una negociación para la llegada de López Mena a Pluna SA. Otra opción que quedó por el camino, aunque todavía hay chance de que López Mena compre los activos de Pluna.

El costo
Más allá del costo político que asumió el gobierno de José Mujica por el cierre de la aerolínea, también está el económico por la incidencia que tenía Pluna en el arribo de turistas para el país. También se pierden 900 puestos de trabajo.


El concurso deja afuera nuevos juicios de brasileños


De acuerdo a la legislación actual, la entrada de Pluna SA en concurso cierra las compuertas a último minuto para evitar que la ola de juicios que recibiría la empresa estatal alcancen al Estado y deba hacer frente al pago de cientos de millones de dólares a extrabajadores brasileños.

Según explicó a El Observador el responsable del área de servicios jurídicos de la Liga de Defensa Comercial (Lideco), Fernando Cabrera, en la generalidad de los casos, todos los acreedores de la empresa, sin importar su origen, deberán presentarse en el plazo de 60 días luego de presentado el recurso ante la Justicia para reclamar su dinero.
Ese será un privilegio que solo tendrán los dos extrabajadores de Pluna-Varig para quienes la Justicia brasileña falló a favor. Sin embargo, los restantes 7.000 trabajadores en igual situación, no podrán obtener un fallo en un plazo tan breve.

Una vez que se cierre la ventana para denunciar las deudas ante la Justicia uruguaya, los acreedores deberán esperar 30 días más a que el síndico elegido por el juez para reemplazar a la actual administración de Pluna, elabore el informe sobre los acreedores que formarán parte de la asamblea y el poder de voto que tendrá cada uno de ellos –proporcional a su participación en el pasivo de la empresa–.

De allí en más, la asamblea de acreedores será fijada a los 90 días y hasta los últimos dos meses, el Estado como accionista tendrá la posibilidad de presentar una propuesta, que debe ser aceptada por la mayoría de acreedores. Ninguno de ellos podrá ir contra el patrimonio del Estado y solamente contra los activos de Pluna.


info: el observador
imàgenes: archivo MARCELO GARAY

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