Primera noticia
positiva para Boeing, dos meses después de que todos los aviones de su modelo
B787 Dreamliner quedaran en tierra por el riesgo de incendio en vuelo. La
agencia de la aviación civil en EE UU acaba de autorizarle a realizar pruebas en
vuelo con el nuevo diseño propuesto para las baterías de la aeronave. Ahora
deberá demostrar que la solución funciona.
La investigación
del incidente protagonizado por un avión operado por la aerolínea Japan Airlines
no dio aún un resultado concluyente sobre la causa del problema. Así que Boeing
decidió plantear al departamento que dirige Ray LaHood una alternativa, que
consistía en cambiar el diseño de las baterías, para reducir al máximo el riesgo
de incendios.
El nuevo plan se
presentó hace un par de semanas. Ahora recibe el aprobado. Pero para que la
flota de Dreamliner pueda retomar el servicio con normalidad, el sistema
eléctrico debe superar ahora el nuevo proceso de certificación.
En total hay medio
centenar de aviones de la familia B787 en tierra. Boeing, entre tanto, sigue
adelante con la producción aunque no realizó entregas a sus clientes. “Esta
serie de pruebas debe demostrarnos que las mejoras propuestas funcionarán
conforme al diseño”, reitera LaHood.
La FAA deja claro
que no hará concesiones cuando se trata de garantizar la seguridad de este medio
de transporte y de los viajeros. Desde Boeing están convenidos de que aporta un
arreglo permanente. “Hemos trabajado intensamente para entender el problema y
desarrollar una solución en base a un análisis amplio”, afirma el consejero
delegado de Boeing, Jim McNerney.
En este sentido,
Ray Conner, el máximo ejecutivo en la división de aviación comercial de Boeing,
asegura que el diseño propuesto para las baterías “minimiza significativamente”
el riesgo de problemas en el sistema eléctrico a la vez que asegura que un
eventual problema no afectará a las operaciones del avión. También se mejorará
el proceso de producción.
info. latin news
imagen Marcelo Garay
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