El adiòs a un GRANDE .....!!!

Don ANGEL CÈSAR ARREGUÈZ .... Dn Àngel para los amigos. Ayer; mientras estàbamos en el acto de Conmemoraciòn del 29º Aniversario de la Gesta de Malvinas; un amigo me diò la mala noticia; por cierto un poco tarde, pero lamentablemente nuestro amigo Àngel se nos fue para siempre. En que estrella estarà dando su luz de enseñanza, y promulgando la aviaciòn como pasiòn...!!! Nos llenò de vida aeronàutica, nos hizo conocer el GIGANTE CORDOBÊS, nuestra FÀBRIBA MILITAR DE AVIONES...y la manera tan particular de incorporar sus conocimientos en nuestras vidas. Hombre arraigado a la aviaciòn; desde muy niño viviò esta forma de vida, allà en su pueblo natal de Villa de Tulumba, nacìo en el `29 y por 82 hermosos años fue parte de nuestra ciudad. De nuestra historia reciente....Don Angel compartiò con sus allegados su experiencia de vida, su linda forma de sentir las cosas. Lo volvì a ver en el taxi que manejo en el año 2009, un dia que salià junto a otros "camaradas" aeronauticos de una clinica de bº Gral Paz. Despuès de varias cuadras de aquel dìa le contè mi experiencia cuando niño, en el Colegio Robles nos llevaron de visita didàctica a la F.M.A. y alli estaba èl, luciendo una camisa blanca, pantalon negro que hacia conjunto con una corbata de fino trazo negro y lentes de lectura. En aquel Hangar 90 estaba la lìnea de vuelo del IA-58A Pucarà, y del modelo màs nuevo y reluciente de nuestro IA-63 Pampa. Detalladamente y como susurrandonos al oìdo nos explicò cada paso de los componentes que se fabricaban en aquella inmensidad aeronàutica.- El viaje de Don Angel no llegò a su final. Aqui nace el momento de la historia en que mi vida personal quedarà para siempre en el recuerdo de haber estado y compartido la experiencia de estar junto a un GRANDE . Vaya mi sincero homenaje a mi amigo, mis respectos a sus deudos y el eterno descanso de su alma. Don Àngel, espero que Dios le tenga en su buena gloria y siempre estarà en mi recuerdo. Gracias.!! fotografìa extraìda del Libro "CRÒNICAS y TESTIMONIOS" de Àngel Cèsar Arreguèz. Texto.: Marcelo Garay